¡Hola!
Soy Carla y mientras pueda escribiré para ustedes
sobre cómo se maneja el tema de la energía en mi país (Venezuela) y en el
mundo. Actualmente me desempeño como
docente de la asignatura energías alternativas para la carrera de Ingeniería
Ambiental en la Universidad Nacional
Experimental del Táchira y nada más tengo muchas ganas de conversar y plasmar
algunas ideas además de una gran curiosidad por los temas concernientes al
ambiente, específicamente de energías convencionales, energías renovables, electro
movilidad y afines. Si te interesan estos tópicos te invito a leer ésta y las
futuras entradas al blog.
Quería hacer este blog desde hace algún tiempo junto a
algunos amigos sin embargo no había puesto empeño en escribir algo hasta hace
unos días. Para ubicarnos en contexto, este blog nace una tarde de domingo
luego de pasar 70 días de “cuarentena social” tras declararse el
distanciamiento social obligatorio después de que el viernes 13 de marzo de
2020 se confirmaran los primeros casos de Coronavirus/ SARS-CoV-2 /COVID-19 en Venezuela. Ya para el 30 de enero de 2020, se
declaraba el COVID-19 como enfermedad con riesgo para la salud pública internacional
y el 11 de marzo fue declarada pandemia por su alto grado de infección en
humanos (OMS).
Además del COVID-19, Nuestro país atraviesa por una serie de
eventos políticos y económicos desafortunados que han hecho que la calidad de
vida de los habitantes de Venezuela disminuya sustancialmente y en algunos
casos pasen penurias tratando de obtener sus servicios básicos; el agua potable
y la energía son unos de ellos. Cabe destacar que no pretendo al escribir estas
líneas que todo cambie mágicamente, solo dejo constancia del momento en el que fue
escrito.
Uno de los tópicos que me interesa tocar en esta entrada es el
origen y procedencia de la energía eléctrica en Venezuela y es que ésta proviene
de fuentes convencionales de generación de energía que utilizan recursos
naturales no renovables. La Marca y silva (2018) comentan que un 64% del total
de generación de energía eléctrica del país depende de centrales hidroeléctricas
que a su vez están siendo sub-utilizadas alrededor de un 70% de su capacidad, seguida
por la reciente utilización de derivados de hidrocarburos para funcionamiento
de grandes, medianas y pequeñas termoeléctricas que suman no más de un 30% del total
de la generación (Reuters); de ahí el grave desabastecimiento eléctrico nacional
actual.
Recordemos que las fuentes convencionales de energía son
aquellas que han dominado el mercado energético, estas se han utilizado por
tiempo prolongado y aún se utilizan de manera frecuente en el mundo y que la
mayor parte de las energías convencionales provienen de la explotación de recursos
naturales no renovables, tal como el petróleo, uranio, carbón, madera (biomasa)
e incluso el agua. A diferencia de las energías convencionales, las energías
alternativas, que en algunos casos utiliza recursos naturales no renovables
producen un menor o incluso un mínimo impacto negativo al ecosistema.
Podemos concluir que de acuerdo al tipo de fuente utilizada,
más del 90% de la energía eléctrica que es producida en Venezuela actualmente
proviene de fuentes convencionales con explotación o uso de algún tipo de
recurso natural no renovable. Para cerrar el tema de hoy revisaremos algunas
interrogantes:
¿Cuál recurso se
puede aprovechar de mejor manera en nuestro país?
La fuerza del recurso hídrico sigue siendo la mejor manera de
generar electricidad en nuestro país. A pesar de las insuficiencias, la gran
infraestructura hidroeléctrica que existe desde los años 70-90 puede regenerarse
mediante una mejora en la planificación y el mantenimiento y de esta forma
ofrecer una mejora en el abastecimiento
el servicio sin necesidad de realizar nuevas presas.
¿Puede la energía hidroeléctrica
considerarse como un tipo de energía alternativa?
Existe un tipo de generación de energía eléctrica de tipo
alternativa que se denomina micro-hidroeléctricas, éstas pueden ser
implementadas en las presas ya existentes de menor envergadura como las
utilizadas para riego, abastecimiento de agua o en centrales de agua fluyente.
¿Son las
termoeléctricas la mejor opción de generación de energía para Venezuela?
Venezuela, a pesar de tener las mayores reservas de petróleo
probadas (300 miles de millones de barriles de crudo) atraviesa por el peor
momento en la industria de refinación del hidrocarburo donde la generación de
combustibles pasa por los mínimos operativos más bajos de la historia, ubicando
a la industria petrolera venezolana en un atraso de aproximadamente 50 años. A demás,
las centrales termoeléctricas son altamente productoras de gases de efecto
invernadero y demandan gran cantidad de hidrocarburos que fácilmente pueden ser
destinados para la movilidad.
En la próxima entrada hablaremos de como el COVID-19 ha
afectado a la industria del petróleo y a las energías alternativas.
Comentarios
Publicar un comentario